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Reseña: Generación Dead



Título: Generación Dead
Autor: Daniel Waters
Editorial: Molino
Páginas: 413
Precio: 16 €
"Un extraño fenómeno azota todo el país: algunos adolescentes que acaban de morir vuelven, al poco tiempo, a la vida. Pero ya no son los mismos...son zombies. En el instituto Oakville High, los vivos conviven con los muertos, aunque estos estén muy mal vistos y tengan una existencia algo más difícil que los demás debido al deterioro de sus cuerpos. Cuando Phoebe, una chica pálida y gótica, se enamore de Tommy, un muerto, a sus amigos no les gustará nada y se desencadenarán una serie de sentimientos encontrados"

Nos encontramos en Norteamérica, donde una rara enfermedad hace retornar de la tumba a los adolescentes recientemente fallecidos, algunos en mejor forma que otros. Lógicamente, no a todo el mundo esta idea le parece estupenda, por lo que surgirán dos “bandos”: los que están a favor de estas “personas con diferente factor biológico”, y los que están en contra. Y claro, como están muertos, ninguna ley se aplica a ellos. ¿Qué significa esto? La caza de zombies, el asesinato de “retornados”, es legal, ya que no son personas reconocidas como tal. Vamos, lo que se llama un vacío legal en toda regla.

A mí todo el “rollo zombie” me ha llamado siempre la atención, y cuando me querían mezclar zombies con el instituto, tuve que comprarlo, obviamente. Podía recordar vagamente a la serie Being Human (criaturas sobrenaturales intentando llevar una vida lo más humana posible). Lo cierto es que el riesgo que corrí al comprarme el libro no me decepcionó en absoluto. Nos encontramos ante una novela que critica aspectos muy actuales de la sociedad como son las minorías, la homofobia, el racismo, el rechazo entre adolescentes, friendzone, etc. 

Y sí, los adolescentes zombies son ahora una minoría llamada “con diferente factor biótico”, y deben ser reinsertados en la sociedad como mejor se pueda. Porque estos zombies no comen cerebros, no arrastran sus órganos por los pasillos ni nada de eso. En este aspecto, podría recordar a los vampiros de Crepúsculo, ya que son pálidos, huelen “bien” y digamos que parecen humanos. Pero espero que no por este hecho, dejéis a un lado la elección de leeros esta trilogía, porque la historia va mucho más allá, mucho más de lo que Stephenie Meyer hubiera podido escribir.
"- Adam escucha – insistió ella mirándolo fijamente con aquellos ojos capaces de cortar diamantes-. Hazme caso, no esperes a morir para amar.
- Gran consejo, ¿qué quiere decir exactamente?
- Quiere decir que tienes que encontrar el momento oportuno para decirle lo que sientes"
Dejando a un lado la apariencia de estos peculiares zombies, y de los problemas que se tratan, otro aspecto a tener en cuenta son los personajes secundarios. Va a ser casi imposible que no te enamores de Margi, la mejor amiga de Phoebe, de Adam, su mejor amigo, de Karen, la “zombie buenorra” (sus fans están de suerte, porque el tercero libro es prácticamente dedicado a ella, y no tiene desperdicio), de Tommy, el “zombie coprotagonista”, y de todos los demás personajes secundarios.

Todos te gustarán de una forma u otra, en mayor o menor grado. A mí, personalmente, la que me falla es la protagonista, Phoebe, que no sé por qué no termino de tragarla. Pero para gustos, colores.
Phoebe era la típica niña gótica que viste de negro y lo ve todo negro, hasta que aparece en el instituto, y en su vida, Tommy Williams, un ex-vivo atlético, jugador de rugby, guapo, inteligente, aguanta las pullas de los vivos, y no está afectado por la típica lentitud de los otros zombies (vamos, que puede moverse un poco mejor, igual que otros zombies que también pueden). 
Tommy tiene un blog en el que cuenta sus experiencias y reivindica sus derechos como zombie, buscando el apoyo de otros zombies repartidos por el país para buscar una solución. Como ya os estabais imaginando: Phoebe se fija en Tommy, y Tommy se fija en Phoebe. Y aquí empieza todo a torcerse. Adolescentes que están en el grupo de “odiamos a los zombies” empezarán a señalarles con el dedo (no de manera literalmente, ya me entendéis), porque no ven natural que una “viva” pueda intimar con un “zombie, y las cosas irán yendo a peor.
"Zombies, cabezas huecas, saco de huesos...¿Qué más dará? No tienen sentimientos que puedan resultar heridos"
Sin embargo, no todo es “amor sobrenatural adolescente. El libro tiene más. Como ya comenté al principio, las situaciones de rechazo social y “caza de zombies”, las investigaciones científicas... Una cosa que puede desilusionar un poco es que no profundiza en el por qué regresan de la muerte, por qué solo algunos y no todos, y por qué unos vuelven mejor que otros. Pero por el resto de cosas que trata, el cómo profundiza en las vidas de cada uno, cómo hace que empatices con todos, suple la falta de profundidad en esa parte de la trama.

Y bueno, el final, ESE FINAL, que hará que quieras abrir el segundo tomo y leerlo a la de ya, no tiene desperdicio. La lectura del libro en general no es pesada, hace las descripciones muy bien, en su justa medida, y conforme avanza la historia, conoces cosas de todo y de todos. Lo mismo ocurre con la trilogía en conjunto: con cada volumen, la cosa mejora. (Como comenté antes, el tercer libro es muy bueno; a la espera de que alguna editorial decida coger el cuarto libro y publicarlo, que el autor está esperando...)
Generación Dead es un gran libro, diferente a lo que estamos acostumbrados a leer, y con una buena historia con un trasfondo muy actual. Una historia adictiva y una narración fluida que hará que no dejes el libro hasta que lo hayas terminado. Si hubiera corregido un par de fallos, habría sido perfecto. Un final impactante que te dejará con la miel en los labios.
Tumbas Abiertas, Mentes Abiertas

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