Las palabras no sólo sirven para
expresar las emociones, también ayudan a distanciarnos de éstas. Pueden ser una
valiosa red de seguridad, que protege el corazón de una excesiva exposición,
salvaguardando los verdaderos sentimientos, protegiéndolos de una efusiva
sinceridad. También pueden ser malinterpretadas, infligiendo heridas al
formular en la mente del otro una falsa impresión. A veces, hay cosas que es
mejor callarse.
Creo que definitivamente, me quedo con el fr í o. Odio sudar, y ése es un aspecto que me ahorro si paso fr í o; además, el fr í o se combate fácilmente tapándote o abrigándote mucho, incluso puedes estar cálido yendo por la calle. Pero si hace calor, por muy desprovisto de ropa que vayas por la calle, vas a tener calor. Y en casa, a menos que enciendas el aire acondicionado o tengas el ventilador justo frente a la cara, no se te calmará el calor, porque dándote una ducha solo calmarás el calor momentáneamente. Además, ¿y lo cómodo que se está en la cama, con las mantas, o en mi caso un edredón nórdico, cubierto hasta las orejas y sintiendo el peso de esas mantas sobre ti? Y más si estás en la cama y está lloviendo. Me encanta quedarme dormido escuchando la lluvia fuera. ¿Y qué tiene de bueno el calor? ¿Qué ocurre en la época en la que tienes vacaciones, obviando el tiempo de calor en primavera? Porque no se me ocurren más ventajas, además de la de parecer que estás en u...
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