Haciendo una pausa en todas estas
entradas “filosóficas de la vida“, aprovecho para decir que, el día 16, me saqué por fin el carné de conducir, tras 52
clases y 1500€, por fin soy oficialmente un peligro al volante. Ya cogí un par de veces mi coche, un Kia Rio, y me defiendo bien. El único inconveniente es
acostumbrarme a sus pedales, a que es de gasolina, y a las medidas. Por lo demás,
todo bien.
Creo que definitivamente, me quedo con el fr í o. Odio sudar, y ése es un aspecto que me ahorro si paso fr í o; además, el fr í o se combate fácilmente tapándote o abrigándote mucho, incluso puedes estar cálido yendo por la calle. Pero si hace calor, por muy desprovisto de ropa que vayas por la calle, vas a tener calor. Y en casa, a menos que enciendas el aire acondicionado o tengas el ventilador justo frente a la cara, no se te calmará el calor, porque dándote una ducha solo calmarás el calor momentáneamente. Además, ¿y lo cómodo que se está en la cama, con las mantas, o en mi caso un edredón nórdico, cubierto hasta las orejas y sintiendo el peso de esas mantas sobre ti? Y más si estás en la cama y está lloviendo. Me encanta quedarme dormido escuchando la lluvia fuera. ¿Y qué tiene de bueno el calor? ¿Qué ocurre en la época en la que tienes vacaciones, obviando el tiempo de calor en primavera? Porque no se me ocurren más ventajas, además de la de parecer que estás en u...
Pues ahora mucho cuidadito con los demás. Que el gran peligro no eres tu, sino los locos que hay por Sevilla al volante. Y sobre tus entradas filosófica, te diré que son interesante, aunque algunas son discutibles. xD
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