Cuando nos transformamos, no dejamos de
hacerlo nunca. Cambiamos. No completamente, pero nos adaptamos más o menos a nuestra
nueva forma o a nuestros nuevos sentimientos. Lo más difícil en este proceso natural es dejarse
llevar y permitir que ocurra. Hay un momento y un lugar para cada cosa. Un
momento en la vida para ser alguien, y luego una vez pasado, una oportunidad
para transformarse en alguien más. Y, si tenemos suerte, hay también un momento
para amar a una persona, y transformarse en una persona amada.
Link a Yo III Link a Yo V #62 Siempre he estado obsesionado con eso de que se muera alguien conocido mío, y medianamente cercano al menos, y no haberme podido despedir. Aunque sea una tontería, cuando me voy a la cama a dormir, me despido en general de todos, mentalmente. Así me quedo más tranquilo. Tontería grande, lo sé. #63 El tema de hacer las maletas siempre lo dejo para el último momento. Soy incapaz de hacerla como dos o tres días antes, como hace la gente con la que hablo. #64 Soy muy despistado. Tanto, que pienso en alguna frase para el nuevo “Soy”, me dirijo a cualquier sitio para apuntarlo, y ya se me ha olvidado. O hablar con alguien, pararme en seco y decir: “¿Y pa qué te estaba contando yo esto?”( Es más, esto ya lo dije en mi anterior “Yo”, pero así lo amplío) #65 Al ponerme las lentillas, siempre lo hago de derecha a izquierda pero, cuando me las quito, lo hago de izquierda a derecha. (Shere, esto lo cogí de tu Soy 8, ...
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