El miedo es necesario De pequeños, la vida se nos antoja extraña y desconocida. Los adultos nos cuentan historias sobre brujas, bosques encantados, ogros o fantasmas. No lo hacen por el hecho perverso de asustarnos, sino para hablarnos de la realidad de la vida con un lenguaje que podamos entender . Porque el miedo es algo universal y por eso existen los cuentos infantiles de terror ( véase Perrault o los hermanos Grimm ), para explicarnos cómo funciona la vida y para hacernos capaces de comprender sus verdades sin la necesidad de que la miremos de cerca. Esos relatos no solo nos aleccionan sobre el comportamiento con ideas como que el mal es cruel y nocivo y que, a la larga, siempre pasa factura , sino que, de algún modo, ese viaje de la infancia a la madurez se emprende a partir de esos cuentos de terror, pues nos convertimos en adultos cuando somos capaces de transformar nuestros monstruos imaginarios en los monstruos reales que pueblan la realidad adulta. Las histor...